Sin lugar a dudas, por el nivel de los atletas participantes, por el número de asistentes, por la magnífica organización, por el lugar y su valor histórico y cultural... el Cross de Atapuerca es le mejor del " mundo mundial".
En Atapuerca, cerca de Burgos, se han descubierto importantes restos fósiles, entre ellos los del 'Homo antecessor', una nueva especie humana. Como en muchas ocasiones todo empezó por casualidad, pero mejor os lo cuento al final de esta entrada...
2 miembros de nuestra Escuela de Atelismo Plasencia acudieron al XIV Cross Internacional Atapuerca, celebrado el domingo 12 de noviembre. Jorge iniciándose en la categoría sub 18 (antes juvenil) disfrutó de la carrera, pero el resultado no estuvo acorde a los entrenamientos que esta realizando esta temporada. No te preocupes porque el trabajo realizado "saldrá" y dará resultados en el momento oportuno. El tornavaqueño Víctor de primer año en la categoría sub 14 (antes infantil) acudiá por primera vez y realizó una gran carrera, llegando a meta en 18ª posición. Estupendo resultado, teniendo en cuenta que participaban más de 250 corredores. También participó Andrés antiguo miembro de nuestra Escuela que milita en la actualidad en el potente Playas de Castellón, quedando en el puesto 57, lo que presagia una buena temporada de pista para este estupendo mediofondista.
Familia, cultura y deporte
...El descubrimiento arqueológico de la Sierra de Atapuerca comenzó por casualidad. En 1895, una compañía británica inició la construcción de una línea ferroviaria para transportar hierro y carbón desde las minas del norte de Burgos hasta las fábricas de Vizcaya. El trazado inicial fue modificado para que pasara por un lugar rico en piedra caliza, en las estribaciones de la sierra de Atapuerca. Talaron árboles, derribaron montañas y lomas, arrasó árboles, y así, sin proponérselo, dejaron al descubierto el conjunto de yacimientos paleontológicos más importante de Europa. Hoy el lugar se conoce como la Trinchera del Ferrocarril, un surco de un kilómetro de longitud al que se abren varias cuevas trufadas de restos óseos humanos y animales: Sima del Elefante, Galería y Gran Dolina, hoy visitables por el público, y Cueva Mayor, compuesta por Portalón, Sima de los Huesos y Galería del Sílex, y Mirador, la más alejada; a éstas sólo pueden acceder los investigadores.
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